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Subir una foto a Instagram, enviar un mensaje por WhatsApp, ver un vídeo de YouTube o escuchar una canción en Spotify tienen un efecto sobre el medioambiente y el cambio climático.

Bueno, en realidad, efectuar estas acciones solo una vez no es significativo. Lo relevante es que cada minuto se publican en todo el mundo más de 46.200 posts en Instagram, se envían 41,6 millones de mensajes instantáneos, se ven 4,5 millones de vídeos, se toman 2,1 millones de snaps, se mandan 188 millones de mails, se realizan 3,8 millones de búsquedas en Internet…

… Suma y suma, y la ecuación se completa. El Foro Económico Mundial estima que el sector digital es responsable de la emisión del 1,4 % de los efectos de gases invernadero y la organización ecologista Greenpeace calcula que su huella energética equivale a al menos el 7 % del consumo mundial de electricidad.

Ello se debe, entre otros factores, a que para que webs, plataformas y servicios de internet puedan funcionar, se necesitan centros de datos que operen las 24 horas del día los 365 días del año, redes de comunicación y dispositivos que envíen y reciban la información, y tanto su fabricación como su mantenimiento consumen energía. Echando cuentas, Gartner asegura que la energía que se necesita para enviar un tuit genera 0,02 gramos de CO2: los 500 millones de tuits que cada día se publican como promedio emiten un total de 10 toneladas métricas de CO2 diarias.

La digitalización como instrumento en la lucha contra el cambio climático

Pero al mismo tiempo, la tecnología y la digitalización contribuyen positivamente a luchar contra el cambio climático y son un aliado decisivo en la protección del medio ambiente. “La digitalización constituye un instrumento excelente para acelerar la transición hacia una economía climáticamente neutra, circular y más resiliente, ya que posee el potencial de facilitar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores y de mejorar la adaptación al cambio climático”, reconoce el Consejo de la Unión Europea en sus conclusiones sobre “Digitalización en beneficio del medio ambiente”, en las que destaca también el potencial de las soluciones digitales para contribuir a la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad y para promover decisiones responsables de los consumidores en una economía circular.

El mismo Foro Económico Mundial asegura que las tecnologías digitales podrían ayudar a reducir las emisiones mundiales de carbono hasta en un 15% en 2030 gracias al desarrollo de soluciones más eficientes en transporte, manufacturas, gestión del tráfico, edificación, agricultura… Para hacernos una idea: ese 15% equivale con creces a la actual huella de carbono conjunta de la Unión Europea y Estados Unidos.

Baste un ejemplo: el transporte representa el 21% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y el 73% deriva de viajes cortos. Convocar una reunión de trabajo por videoconferencia invierte menos energía y emite menos gases que el viaje en avión que sería preciso realizar para mantener la reunión de forma presencial. Pero hay más: el Foro Económico Mundial estima que la tecnología 5G, la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas serán cruciales para lograr un mundo más eficiente y sostenible.

Las tecnológicas apuestan por la energía renovable y las cero emisiones

Al mismo tiempo, las grandes empresas tecnológicas están también priorizando las energías renovables en sus instalaciones. Facebook, Google y Apple fueron las primeras en apostar por ello. «Ahora se les han sumado cerca de otras 20 compañías de Internet, entre las que figuran también empresas globales que gestionan sistemas de almacenamiento en la nube y de colocación en centro de datos que se habían quedado muy atrás», reconoce Greenpeace.

Por su parte, el sector de la telefonía móvil se ha comprometido a tener cero emisiones netas de CO2 como muy tarde el año 2050. Si bien la industria móvil es actualmente responsable de alrededor del 0,4% de las emisiones a nivel mundial, las reducciones de carbono que permite en otros sectores son 10 veces mayores y equivalen a aproximadamente el 4% de las emisiones globales, según un estudio conjunto de las asociación GSMA y Carbon Trust.

Diez consejos para un uso sostenible de la tecnología

¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros, como ciudadanos e individuos, para promover un uso sostenible de la tecnología, respetuoso con el medio ambiente? Cada gesto cuenta.

  1. Apaga los equipos cuando los termines de usar, en vez de mantenerlos en stand-by.
  2. Elimina del móvil las apps que no usas.
  3. Cierra en el móvil las aplicaciones abiertas en segundo plano: consumen energía de forma constante.
  4. Reduce el brillo de la pantalla del móvil y de la tableta.
  5. Activa el modo de bajo consumo del dispositivo móvil para evitar que aplicaciones y procesos gasten un exceso de energía.
  6. No dejes conectados los dispositivos a la red eléctrica si ya están cargados.
  7. No redistribuyas cadenas de correos, mensajes de WhatsApp, retos de redes sociales, etcétera, que multiplican el consumo de datos y sobrecargan servidores.
  8. Comprime los archivos pesados antes de enviarlos por mail. En lugar de enviar el archivo de vídeo, es mejor enviar el enlace a la plataforma en la que esté publicado.
  9. Borra periódicamente correos electrónicos y archivos que aumentan las necesidades de almacenaje.
  10. Cierra las ventanas del navegador de Internet si no las estás utilizando.

 

Autora: María Lázaro, autora del libro “Redes sociales y menores. Guía práctica” (Ed. Anaya Multimedia, 2020).

Autora del libro “Redes sociales y menores. Guía práctica” (Ed. Anaya Multimedia, 2020).

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